Protección solar para niños: cremas solares, ropa protectora, parasoles y demás
Protección solar para niños:
cremas solares, ropa protectora, parasoles y demás
No hay nada como hacer ejercicio y divertirse al aire libre cuando hace buen tiempo. La luz del sol es especialmente importante para el crecimiento de los niños, ya que es una fuente de vitamina D y ayuda a reforzar el sistema inmunitario y los huesos. No obstante, la exposición excesiva a los rayos del sol tiene sus riesgos, como el de sufrir quemaduras solares. En este artículo te contamos cómo proteger a niños y bebés de las radiaciones nocivas mediante distintas medidas de protección como el uso de cremas solares, una vestimenta adecuada y objetos que proporcionen sombra.
Sea en verano o en invierno, junto al mar o en plena montaña, cuando estamos al aire libre no debemos subestimar el poder de los rayos del sol. Según la American Academy of Dermatology, el 80% de los daños dermatológicos causados por el sol se producen antes de los 18 años[1]. Para evitar daños en la piel, los padres deben proteger adecuadamente a sus hijos de la radiación ultravioleta del sol.
Sea en verano o en invierno, junto al mar o en plena montaña, cuando estamos al aire libre no debemos subestimar el poder de los rayos del sol. Según la American Academy of Dermatology, el 80% de los daños dermatológicos causados por el sol se producen antes de los 18 años[1]. Para evitar daños en la piel, los padres deben proteger adecuadamente a sus hijos de la radiación ultravioleta del sol.
Cómo conseguir una protección solar integral para tus niños
La protección solar no es cosa solamente de las vacaciones de verano. Incluso con cielos nublados, el 80% de los rayos ultravioleta penetran en la piel[2]. Así pues, incluso en las vacaciones de invierno, protégete a ti y a tus hijos con cremas solares y ropa con protección especial de la luz ultravioleta directa, así como de los rayos del sol reflejados.
Pensando en el destino de tus vacaciones, debes tener en cuenta que la intensidad de la radiación solar aumenta a medida que nos acercamos al ecuador de la Tierra y a medida que subimos de altitud[3]. Especialmente en los destinos vacacionales del sur y en las montañas, necesitarás un protector solar efectivo para tus hijos. Además, hay que tener en cuenta que la radiación ultravioleta no solo nos viene desde arriba, sino que también se refleja: sobre todo en la nieve, donde se refleja entre un 50 y un 90%, en la arena entre un 15 y un 25% y en el agua entre un 10 y un 20%[4].
La protección solar adecuada para la sensible piel de los bebés
La piel de los bebés es muy delicada, ya que sus sistemas de autoprotección aún no están completamente desarrollados. Como consecuencia, su piel es muy vulnerable a las radiaciones ultravioleta, por lo que necesitarán una protección especial. Debe evitarse a toda costa exponer a los bebés de menos de un año a la luz directa del sol[5]. El protector más simple y efectivo es la sombra. Y no tengas miedo ante una posible deficiencia de vitamina D, ya que los efectos positivos de la radiación solar también se obtienen mediante la luz indirecta.
Los bebés y niños pequeños deben evitar especialmente el sol del mediodía, ya que es cuando está más alto en el cielo y la recepción de la radiación ultravioleta es mayor que durante el resto del día. Así pues, entre las 11h y las 16h es mejor permanecer en espacios interiores.

Ropa con protección solar y parasoles para bebés
Lo más eficaz para proteger la delicada piel de tu bebé de los rayos solares es usar ropa de manga larga. Una vestimenta adecuada para proteger a tu bebé durante el verano puede consistir en:
- un body de algodón transpirable
- una camiseta ligera y holgada
- calzado cerrado o calcetines
- un sombrero con ala y con un protector de nuca
En invierno los niños acostumbran a ir con ropa suficiente, aun así hay que estar siempre atentos de proteger sus cabezas, también cuando hace frío.
Además, los padres deben proteger el carrito de bebé con una sombrilla o con un pequeño capazo. La sombrilla se puede fijar en un lateral del cochecito de tal forma que pueda inclinarse en todas las direcciones. Así, podrás regular su posición adaptándola en todo momento según la posición del sol. Por su parte, los capazos de los cochecitos se pueden estirar como una tela y cubren un área más grande. Aunque pueden ser un poco incómodos en días de viento, evitas tener que ir moviéndolos de un lado a otro.
Presta también atención a los riesgos de sufrir un golpe de calor cuando estés al aire libre con tu hijo. Debido a que buena parte del calor sale por su cabeza, es importante que le quites el gorrito una vez esté protegido del sol, ya sea en el carrito o en una sombra.
Si tu hijo sufre una quemadura solar a pesar de todas las precauciones, es fundamental intentar aliviar los síntomas lo más rápido posible, por ejemplo con una compresa fría. Aquí encontrarás más remedios y consejos para estos casos.
Si tu hijo sufre una quemadura solar a pesar de todas las precauciones, es fundamental intentar aliviar los síntomas lo más rápido posible, por ejemplo con una compresa fría. Aquí encontrarás más remedios y consejos para estos casos.
Crema solar para bebés
Según los dermatólogos, el uso de cremas de protección solar debe evitarse durante los primeros seis meses de vida, ya que pueden provocar alergias e irritaciones en la piel de los bebés[6]. Además, tampoco se recomienda el uso de aceites para bebés, ya que hacen aún más sensible su piel y no protegen contra los rayos solares. Lo que debes hacer es no exponer a tu bebé a la luz solar directa y elegir ropa ligera y transpirable que proteja su piel de la radiación ultravioleta.
Protección efectiva contra el sol en niños
Debido a que los niños suelen pasar mucho tiempo al aire libre, su sensible piel debe estar protegida convenientemente de la luz solar. De hecho, hasta los 6 años de edad no deberían exponerse directamente al sol. Solo después de los 7 años se considera menos peligroso estar expuesto a los rayos solares directos, siempre que sea durante poco tiempo. Tal y como ocurre con los bebés, se debería evitar siempre el intenso sol del mediodía.
Contra los rayos ultravioleta, ropa adecuada
La piel de los niños nunca olvida las quemaduras del sol. Es por eso que es fundamental que vistas siempre a tus hijos, y no solo en vacaciones, de los pies a la cabeza de forma adecuada para protegerlos de los rayos ultravioleta. La cabeza, la cara, el cuello y las orejas son las partes más sensibles. Lo más adecuado es el uso de gorros, gorras o sombreros con viseras y con protección para el cuello, preferiblemente con dispositivos para sujetarlos bien a la cabeza.
Ropa adecuada para niños a partir de un año:
- camisas o camisetas holgadas y de manga larga
- pantalón largo y fino de corte ancho
- calcetines con sandalias o calzado cerrado

La ropa debe ser ligera, de punto apretado y transpirable. Asimismo, tiene que cubrir la mayor parte del cuerpo posible. Si además permite una correcta ventilación, los niños no sudan tan rápido.
Como regla general, las telas hechas de tejidos sintéticos son más densas y, por lo tanto, ofrecen más protección contra los rayos UV que el algodón tradicional. Además, las telas secas y oscuras protegen más que las húmedas y claras, ya que estas permiten una menor penetración de la radiación ultravioleta. Por tanto, asegúrate de que la ropa no sea demasiado gruesa, para así evitar que la temperatura corporal aumente en exceso. Aquí podrás encontrar más información sobre la ropa con protección solar.
En entornos acuáticos, el riesgo de quemaduras solares es particularmente alto debido al reflejo del sol en el agua y en la arena. Después de bañarse en el mar, tu hijo deberá darse una ducha, ya que la sal seca causa irritación de la piel y una mayor sensibilidad a los rayos del sol. Una vez se haya secado después de la ducha, ponle ropa seca para que no se enfríe y para protegerlo nuevamente del sol.
Además de cubrir su cabeza con un sombrero con visera, debes proteger también los ojos del pequeño con unas gafas de sol adecuadas, con la finalidad de evitar una posible inflamación de la córnea y la conjuntiva. Cuando compres las gafas, asegúrate de que cuentan con protección UV.
Cuando no sepas con certeza cuál es el mejor protector solar para ti y tu hijo, puedes consultar la comparativa de productos que te ofrecemos aquí.
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Crema solar para niños: el complemento imprescindible
En el caso de niños mayores de un año, la protección solar que proporciona la ropa se debería complementar con el uso de cremas y espráis solares. El factor de protección solar (FPS) y el factor de protección ultravioleta (FPU) indican el factor por el que se multiplica el tiempo de la protección propia de la piel. Cuanto mayor es el FPS, más protección nos ofrece y durante más tiempo. Una cosa importante a tener en cuenta es que el FPS se refiere únicamente a la protección contra la radiación del tipo UVB, responsable de las quemaduras solares y la formación de vitamina D. Cuando compres la crema solar, asegúrate de que es de amplio espectro. Eso significa que también te protegerá contra los rayos UVA, que son los que penetran más profundamente en la piel.
En la compra de un protector solar dermatológicamente testado, también debes comprobar que se trata de un protector mineral adecuado para niños, sin alcohol y sin filtros UV químicos, pero con un alto FPS. Se recomienda un factor de 20 o más. Si tienes dudas a la hora de elegir el protector adecuado para tu hijo, déjate aconsejar por el pediatra de tu hijo o por un farmacéutico.
Dado que la eficacia del protector solar depende en gran medida de cómo lo aplicamos, te ofrecemos algunos consejos a tener en cuenta sobre su uso:

- para aprovechar el efecto protector, aplica la crema unos 30 minutos antes de la exposición al sol
- para lograr un efecto duradero, es recomendable aplicarse crema cada dos horas, compensando así el sudor, la abrasión y el agua
- aunque utilices un protector resistente al agua, es preferible que vuelvas a aplicar la crema después del baño
- cuando apliques la crema solar, pon especial atención a las zonas más expuestas al sol, como el puente de la nariz, las mejillas, la frente, los hombros, los pies, las orejas, el labio inferior, el mentón y el empeine
- cuando se trata de protección solar, cuanta más, mejor. No obstante, ten en cuenta que aplicar más cantidad de crema de la necesaria no aumenta el tiempo de protección
- incluso si vamos a permanecer en la sombra debemos usar el protector solar
En resumen
Jugar al aire libre es algo innegociable para los niños. Sin embargo, los padres nunca deberían subestimar los efectos del sol: solo con el uso de una adecuada protección solar podemos defender la sensible piel de los niños de los daños que pueden causar los rayos ultravioleta. La protección solar puede ser “cosa de niños”: la mejor opción es una combinación de sombra, crema solar y ropa larga. Pero cuidado: no existe la protección completa al 100%. Encontrarás un resumen con todos los consejos y recomendaciones sobre protección en nuestro PDF descargable.
Fuentes de informacion
[1] https://www.aad.org/
[2] https://www.aad.org/media/stats/
[3] http://www.proteccioncivil.es/
[4] https://www.saludcastillayleon.es/
[5] http://www.diariodenavarra.es/blogs/
[6] https://www.serpadres.es/bebe/4-8-meses/articulo/crema-solar-antes-de-los-seis-meses-que-pasa-si-se-la-has-puesto-al-bebe
Fuente de la imagen
iStock.com/wundervisuals