
Guía de protección solar: recomendaciones para cada situación
Guía de protección solar:
recomendaciones para cada situación
Tomar el sol en la piscina, jugar al vóley playa o dar un paseo por el monte: las actividades al aire libre son las protagonistas del verano. La luz del sol nos hace más felices y activos, pero también plantea una serie de riesgos para nuestra piel, por lo que es fundamental protegernos convenientemente de los rayos solares. En la primera mitad de 2017, 4,5 millones de hogares en España compraron algún tipo de protector solar, un millón más que en el mismo periodo de 2014[1], por lo que la concienciación parece ir en aumento. Aun así, hay todavía un 29% de españoles que nunca utilizan productos para protegerse del sol[2], quedando expuestos a los riesgos de los rayos solares. En esta guía te mostramos cómo protegerte eficazmente del sol y te ofrecemos información y prácticas checklists para que cuentes con todos los elementos de protección necesarios, ya sea para ti o para tus hijos.
Tu piel debe acostumbrarse al sol. Por lo tanto, no pases al principio mucho rato expuesto a la radiación solar, y ve aumentando el tiempo de exposición gradualmente. De esta forma, tu piel tiene tiempo de generar su propia protección natural.
Tu piel debe acostumbrarse al sol. Por lo tanto, no pases al principio mucho rato expuesto a la radiación solar, y ve aumentando el tiempo de exposición gradualmente. De esta forma, tu piel tiene tiempo de generar su propia protección natural.
Todos los artículos de la guía
Comparativa de los distintos métodos de protección solar
Combinando la ropa adecuada con un protector solar eficaz, estarás convenientemente protegido del sol tanto en verano como en invierno. Cuando elijas la crema solar, debes tener en cuenta el factor de protección solar que necesita tu piel y planificar tu tiempo de exposición al sol con la mayor precisión posible, ya que incluso un excelente protector no permite alargar el tiempo máximo de exposición. Durante las calurosas temperaturas veraniegas, los objetos portátiles que proporcionan sombra resultan muy útiles para resguardarse y refrescarse un poco.
Nuestro práctico resumen en PDF contiene toda la información importante sobre la protección solar, tanto para adultos como para niños.
Protección solar integral para niños
Con niños y bebés hay que prestar especialmente atención a la protección solar. Dado que la piel de los menores de siete años es todavía muy fina y sensible, los rayos UV pueden penetrar casi sin impedimentos y provocar quemaduras solares. Por lo tanto, bebés y niños pequeños deben permanecer en la sombra el máximo tiempo posible. Vestirlos con ropa adecuada que proteja de los rayos solares es la base de una protección solar óptima. Desde la infancia, esto debe complementarse con el uso de la crema solar apropiada. Además, también resulta muy útil usar accesorios que proporcionen sombra, como los parasoles que se pueden instalar en los carritos de niño.
Aunque tu hijo esté en la sombra, también necesita protección solar; de hecho, los árboles interceptan solamente el 50% de los rayos solares. Por su parte, la arena, el agua o el asfalto reflejan los rayos del sol[3], incidiendo en la piel desde abajo. Protégete a ti y a tu hijo siempre con ropa larga y el protector solar adecuado, incluso en la sombra.
Aunque tu hijo esté en la sombra, también necesita protección solar; de hecho, los árboles interceptan solamente el 50% de los rayos solares. Por su parte, la arena, el agua o el asfalto reflejan los rayos del sol[3], incidiendo en la piel desde abajo. Protégete a ti y a tu hijo siempre con ropa larga y el protector solar adecuado, incluso en la sombra.
Protección solar para la práctica del deporte
En verano, los deportistas pasan mucho tiempo al aire libre haciendo ejercicio. Son muchos los deportes con los que se pasa mucho rato expuesto a los rayos del sol, por lo que el riesgo de sufrir quemaduras es elevado. Además, la abundante transpiración durante la práctica del deporte puede dificultar que nuestra piel esté protegida todo el tiempo. Aplicarse una crema solar resistente al agua un rato antes de empezar a hacer ejercicio es, en definitiva, imprescindible. Esta protección debe complementarse con el uso de ropa adecuada y de una gorra que protejan de los rayos solares.
Hemos recopilado en un PDF descargable todo lo que necesitan los aficionados a deportes como el vóley playa, la natación, el submarinismo, el montañismo o la escalada para protegerse adecuadamente del sol.
Cuidados y primeros auxilios para las quemaduras solares
Dado que la acción de los rayos solares puede resecar la piel, es importante cuidarla incluso después de haber tomado el sol. Lava tu piel con cuidado y aplícate productos after sun para hidratarla. Si has sufrido una quemadura solar, puedes aliviar los síntomas enfriando la zona afectada. Existen incluso remedios caseros que pueden ayudarte a reducir el daño, como aplicarse yogur sobre la zona afectada para refrescarla.
Los productos after sun son parte fundamental de una protección solar integral, ya que ayudan a regenerar la piel y pueden curar pequeños daños. En caso de sufrir una ligera quemadura, pueden tener un efecto refrescante.
Los productos after sun son parte fundamental de una protección solar integral, ya que ayudan a regenerar la piel y pueden curar pequeños daños. En caso de sufrir una ligera quemadura, pueden tener un efecto refrescante.
Más información
Los rayos del sol: beneficios con riesgos
Aunque tomar el sol tiene una serie de beneficios para nuestro cuerpo y mente, la radiación ultravioleta (UV) puede llegar a ser muy nociva. Para comprender los peligros de tomar el sol sin la protección idónea, es importante conocer primero qué tipos de radiación solar existen.
Desde la luz ultravioleta hasta los infrarrojos, la luz del sol tiene un amplio rango de espectros, de los cuales el ojo humano solo puede percibir una pequeña parte. Sin embargo, aunque no los veamos, sí podemos sentir sus efectos. Los rayos UV se dividen en tres tipos[4] dependiendo de su longitud de onda[5]:
- rayos UVA: de onda larga, alcance profundo debajo de la piel si no usamos protección solar
- rayos UVB: de onda media, parcialmente filtrados por la capa de ozono, pueden penetrar en la epidermis
- rayos UVC: de onda corta, son absorbidos por la capa de ozono de la Tierra
Parte de la radiación solar ya es absorbida por la capa de ozono en la estratosfera y en la troposfera, las cuales rodean la Tierra. La radiación UVC, la más enérgica y peligrosa de las tres para nosotros, no nos llega, ya que queda bloqueada por la capa de ozono. Sin embargo, la debilitación de esta capa y los agujeros que se forman en ella sí que permiten que la radiación UVB llegue a la superficie de la Tierra y, por lo tanto, a nuestra piel.
La radiación UVB tiene efectos tanto positivos como negativos para los humanos. Por un lado, promueven la formación de vitamina D en nuestro cuerpo, aumentando así la producción de endorfina, la hormona de la felicidad; pero por otro lado, son las responsables de las quemaduras solares en nuestra piel. Los rayos UVA, de onda larga, contribuyen al envejecimiento prematuro de la piel y pueden llegar a producir daños graves[6]. Por esta razón, una crema solar debería contener siempre protección contra los rayos UVA.
Es importante tener presente que los rayos UV no solo nos llegan desde arriba, sino que también nos alcanzan reflejados en algunas superficies, afectando también en este caso a nuestra piel, incluso cuando estamos en la sombra. En superficies como la arena, la nieve y el agua, un porcentaje de la radiación ultravioleta se refleja en diferentes direcciones[7]:
- nieve: 50 – 90%
- arena: 15 – 25%
- agua: 10 – 20%
- hierba o césped: 0,5 – 4%
Debido a esta doble exposición a los rayos UV, tanto desde arriba como reflejados desde abajo, es importante aplicarse crema solar por todo el cuerpo, incluso cuando estemos en la sombra o practicando deporte.
Dependiendo de la zona geográfica donde nos encontremos, los rayos solares que nos llegan pueden variar de intensidad. Desde el ecuador hasta los polos la intensidad disminuye, mientras que en la montaña es mucho mayor que en un valle profundo. Así pues, es también importante averiguar de antemano cómo de fuerte va a ser la radiación solar en el lugar donde vayamos a pasar tiempo expuestos al sol. Esta intensidad viene determinada por el índice UV.
Pese a los daños que puede producir una excesiva exposición a los rayos UV tanto en invierno como en verano, a menudo se descuida y se subestima el uso de protectores solares. Infórmate de cómo conseguir para cada situación una protección integral contra las radiaciones nocivas del sol, de esta forma conseguirás minimizar los efectos negativos de dichas radiaciones.
En resumen
Una protección solar integral de la piel, además de tener un efecto positivo para tu salud, te permitirá evitar las quemaduras solares. Para bebés, niños pequeños y deportistas, se requieren medidas especiales para proteger de manera efectiva la piel de los rayos del sol. Estas medidas incluyen vestir ropa con protección especial y el uso de una crema solar indicada para cada caso con un alto FPS. Los tres principios más importantes para una protección solar adecuada son: buscar la sombra, vestir ropa larga y ligera y usar crema solar. De esta forma, podrás disfrutar del aire libre aprovechando los beneficios de un día soleado sin poner en riesgo la salud de tu piel.
Fuentes de información
[1] https://es.kantar.com/empresas/consumo/
[2] https://www.ocu.org/salud/cuidado-piel/informe/sol-y-salud-la-proteccion-es-clave449604/cremas-solares
[3] https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/sunburn/symptoms-causes/syc-20355922
[4] https://www.cancer.org/es/cancer/
[5] http://www.aemet.es/ca/eltiempo/
[6] http://cienciaes.com/
[7] https://www.saludcastillayleon.es/
Fuentes de las imágenes
iStock.com/TatianaNurieva