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Vestidos de boda, una tradición tan antigua como nuestra propia civilización
Retrotrayéndonos en el tiempo, encontramos que los vestidos de boda son nombrados y tenidos en cuenta allá por los tiempos del Imperio romano. Las túnicas de diario de las mujeres romanas, habitualmente blancas, eran los vestidos de boda más comunes por aquella época. Progresivamente, fueron evolucionando hasta llegar a cotas más altas de apariencia, intentando aportar con sus vestidos parte del poder o de la riqueza de sus familias.
Siglos después, los blancos llegaron a tornarse incluso rojos, derivados de la posición social de cada mujer, pero también pasaron por plateados y otros colores antes de volver al blanco en el siglo XIX. Esto tuvo su punto de inflexión con la boda de la reina Victoria de Inglaterra. El blanco de los vestidos de boda volvió a lucir para la realeza en todo su esplendor. Fue así como entramos en el siglo XX. Con la idea de que este era el color ideal para una boda, en el que la virginidad y lo impoluto implicaban connotaciones esenciales para los cónyuges.
Todo siguió su curso natural y los vestidos de boda más largos de la realeza fueron convirtiéndose en vestidos más ceñidos creados por los mejores diseñadores del momento. Los blancos inmaculados se convertían a veces en blancos rotos e incluso en beige. Sea como fuere, el siglo XXI ha empezado con buen pie dando margen a una gran variedad de opciones para las novias más dichosas. Los vestidos de boda más cortos y femeninos son algunos ejemplos que hay que tener en cuenta, como también lo suelen ser la sencillez y la elegancia.
Vestidos de boda: estado de ánimo e ilusión al mismo tiempo
No hay novia que se precie de serlo sin un bonito vestido con el que se sienta verdaderamente a gusto. Cualquier mujer tiene claro este concepto. Y es aquí donde entran siempre los gustos personales como también las propuestas más interesantes que te ofrecemos en C&A para ir perfecta en uno de los días más especiales de tu vida.
Para ello hay que contar con muchos factores determinantes a la hora de elegir el modelo ideal. La complexión, el estilo personal, el tono de la piel, la época del año, el lugar de la celebración y/o el banquete… todo forma parte de un mundo lleno de posibilidades que hay que tener en cuenta para tomar la decisión correcta.
Los vestidos más destacados en los últimos tiempos son los vestidos ceñidos y sensuales de cintura para arriba y las faldas amplias y engalanadas de cintura para abajo. Este diseño básico se define como Línea Princesa en su concepto más actual. Si eres de las que disfrutan de las ceremonias más clásicas y elegantes, esta es tu elección. Un bordado interesante en la falda y un cuello palabra de honor te ayudarán a lucir tan hermosa como deslumbrante de camino al altar. Escoge el blanco más blanco que puedas imaginar y combínalo con tus mejores y más sofisticadas joyas, a ser posible en tonos plateados. Unos zapatos de ante en blanco satén y un bonito ramo de flores con toques lilas es todo lo que necesitas para estar a la altura de tus propias expectativas.
Para las más atrevidas y estupendas, los vestidos de boda cortos y ajustados son la guinda del pastel para un día de ensueño. Prueba con un escote halter y una espalda al descubierto con una falda a mitad de muslo, al estilo más próximo a la minifalda. Un bonito calado en puños, cuello y bajos conforma un detalle a tener en cuenta para darle ese toque especial a tu vestido. Un precioso reloj de pulsera con pedrería discreta, un tocado espectacular y unos stilettos en un blanco más roto que el vestido te darán ese porte único y femenino con el que siempre habías soñado para el día de tu boda. Este conjunto es estupendo para una boda civil sin tantos recatos ni miramientos.
Vestidos de boda, consejos y cuidados
Cada cuerpo y cada estilo tienen unas necesidades diferentes que han de cumplir todos los vestidos de boda sin excepción. Si eres de pecho contundente, prueba con un cuello barco e incluso con los vestidos de boda de cuello alto pero sin mangas. Cualquiera de ellos estiliza tu silueta sin buscar la exageración más aparente. Para las de pecho pequeño, el cuello de corazón, el escote palabra de honor e incluso el escote en V son de lo más recurrentes y estupendos para resaltar tu busto sin excederse en el empeño. En cuanto a los hombros rectos e ideales, te recomendamos los cuellos Bardot de C&A para ensalzarlos de la mejor forma posible.
Otro tema diferente de los vestidos de boda es la falda. Las piernas lo dictaminan todo en este caso. Las más largas y esbeltas aceptan los vestidos de boda más ceñidos y sinuosos. Mientras que las piernas más cortas y robustas van mejor con los tules y las telas vaporosas amplias. Los tacones ayudarán a equilibrar siempre la balanza y contrarrestarán o sumarán altura a tu figura ya de por sí perfecta. Recuerda siempre que el peinado es esencial para combinar con cualquiera de nuestros vestidos de boda al igual que lo son los tocados, las pamelas e incluso las tiaras. Todo depende de tu gusto personal y del estilo que busques para este día tan especial de tu vida.
Y no olvides llevar el vestido a la tintorería al día siguiente de la boda. Aunque seguramente no te lo vayas a poner de nuevo, es mejor guardar un recuerdo en condiciones que echarlo a perder por una mancha de vino o por el pisotón de algún invitado durante el baile nocturno. Descubre una interesante colección de vestidos de boda a precios convenientes en C&A.