Cómo reciclar correctamente desde pequeños: la separación de residuos explicada para niños

Desde las pieles de plátano del desayuno y los botes vacíos de champú hasta el envoltorio de la merienda o las revistas que ya hemos leído, son muchos los residuos que se producen cada día en la mayoría de hogares. Por eso es aconsejable iniciar a los niños desde pequeños en el uso responsable de envases y consumibles. En este artículo, te damos algunos consejos sobre cómo puedes explicar fácilmente a tu hijo la importancia de la separación de residuos y el reciclaje.

El reciclaje explicado a niños: ¿a partir de qué edad se puede aprender a reducir y separar los residuos?

Puedes fomentar la conciencia medioambiental en tu hijo desde que empieza a ir a la escuela infantil, siempre y cuando lo hagas de forma lúdica. A estas edades, es demasiado pronto para que los pequeños reflexionen y se preocupen por las graves consecuencias del cambio climático o la contaminación. En su lugar, es preferible que intentes despertar la curiosidad de tu hijo por la protección del medio ambiente y encontrar un enfoque positivo para enseñarle a evitar y separar los residuos.

He aquí algunas ideas de cómo hacerlo:

• De los 2 a los 3 años: deja que tu hijo investigue las diferencias entre los distintos materiales de envasado. ¿Cómo son los plásticos? ¿En qué se diferencian del papel (por ejemplo, en cuanto a resistencia, estructura, etc.)?

• De los 3 a los 6 años: anima a tu hijo a que clasifique la basura que generáis en casa. Para ello, puede contar con la ayuda de nuestro PDF sobre la separación de residuos. En la primera página del documento encontraréis un juego para que tu hijo aprenda de forma divertida a clasificar los distintos tipos de residuos.

• A partir de los 6 años: si queréis aportar vuestro granito de arena a la protección del entorno natural, podéis participar, por ejemplo, en una campaña de recogida de residuos o actuar por vuestra cuenta: equipados con unos guantes de jardinería y una bolsa grande de basura, podéis recoger los residuos que encontréis por los caminos, campos o playas que soléis frecuentar.

1. principio: Reducir

Cuando se trata de hacer un uso sensato de los recursos, lo primero que debemos hacer es evitar la generación de residuos. A la hora de hacer la compra semanal con tu hijo, recorred los pasillos del supermercado prestando atención al envasado de los productos. ¿Podéis evitar comprar aquellos artículos con envoltorios innecesarios y sustituirlos por artículos a granel? En las fruterías y tiendas de productos a granel encontraréis una amplia oferta de productos sin envasar.

2. principio: Reutilizar

No todos los productos usados deben tirarse a la basura, ya que a menudo pueden reutilizarse. Para ponerle un ejemplo de esto a tu hijo, podéis acudir a una tienda de segunda mano o a un mercadillo, donde encontraréis objetos usados que buscan un nuevo hogar. En casa, podéis separar la ropa y los zapatos que ya no uséis y donarlos a una organización benéfica.

Otra opción es la de poner en práctica el concepto de upcycling, es decir, convertir lo viejo en algo nuevo. ¿Cómo? Reciclando y reconvirtiendo lo que tengáis por casa y que ya no uséis. Por ejemplo, podéis aprovechar los tarros de vidrio para usarlos como floreros o la ropa vieja para hacer trapos. También podéis proponeros hacer un mejor mantenimiento de vuestros aparatos electrónicos, muebles y ropa y reparar aquello que ya no funcione o esté roto en vez de comprar un reemplazo nuevo a las primeras de cambio.

3. principio: Reciclar

Reciclar significa reprocesar y reutilizar los productos de desecho. Las materias primas recuperadas de los residuos pueden utilizarse para elaborar productos nuevos, conservando así los recursos naturales. Para poder reciclar con éxito materiales como el plástico, el papel o el vidrio, es muy importante hacer previamente una correcta separación de los residuos.

Para que os resulte más sencillo clasificar los desechos, en nuestro PDF sobre cómo separar correctamente los residuos encontraréis una página con iconos que podéis imprimir y pegar a los distintos cubos de basura que tengáis en casa. De este modo, a los niños les resultará más fácil comprender visualmente y recordar a qué cubo va cada tipo de residuo.

Contenedor amarillo

Envases de plástico, latas y briks, como por ejemplo:

botellas de plástico

• latas de conserva y bebidas

• tapas y tapones de plástico, metal y chapas

• bandejas de aluminio

• papel film y de aluminio

• aerosoles

• botes de desodorante

• bolsas de plástico

• tarrinas y tapas de yogur

• briks (de leche, de zumo, de caldo, etc.)

• envases de corcho blanco

• tubos de pasta de dientes

• envases de cerámica

• envases de madera de alimentos frescos y bebidas

Contenedor verde

Botellas y envases de vidrio (idealmente sin tapón), como por ejemplo:

• botellas de vidrio de bebidas

• botellas de vidrio para alimentos (por ejemplo, de vinagre o aceite)

• tarros de conservas (por ejemplo, de mermelada o legumbres cocidas)

• frascos de cosmética (por ejemplo, de cremas faciales)

Aunque a veces se suelen confundir, es muy importante tener en cuenta la diferencia entre vidrio y cristal. En el contenedor verde solamente debemos depositar residuos hechos de vidrio, nunca de cristal. Así pues, objetos como cristales rotos, espejos, bombillas o tubos fluorescentes nunca deben tirarse al contenedor verde.

Contenedor azul

Papel y cartón, como por ejemplo:

• periódicos, revistas, folletos

• sobres

• hueveras de cartón

• cajas de cartón

Contenedor marrón

Desechos orgánicos, como por ejemplo:

• cáscaras y pieles de frutas y verduras

• restos de carnes y pescados

• posos de café y restos de infusiones

• papel y cartón manchado de grasa o aceite

• pequeños restos vegetales de flores y hojas

• tapones de corcho

• serrín

Contenedor de resto

En este contenedor debes tirar aquellos residuos que no pueden reciclarse y que, por tanto, no pueden depositarse en los otros contenedores, como por ejemplo:

• cenizas

• objetos de plástico o metal que no sean envases

• pañales

• excrementos de animales

• productos de higiene

• bolsas de aspiradora

• trapos

Los residuos peligrosos, como pilas, bombillas, aparatos electrónicos, aceites de uso doméstico o pintura, no deben tirarse a ningún contenedor de los anteriormente descritos, sino que deben depositarse en contenedores especiales o llevarse al punto limpio.

Manualidades de reciclaje para niños: cómo hacer papel reciclado en casa

¿Cómo se pueden fabricar nuevos materiales a partir de residuos? Con una sencilla manualidad que podéis hacer en casa, tendréis la oportunidad de elaborar un cuenco decorativo de papel a partir de papel usado. De esta forma, tu hijo comprenderá mejor cómo funciona el proceso de reciclaje.

Cómo hacer paso a paso un cuenco con papel reciclado:

Paso 1:

• Romped el papel en tantos trozos pequeños como podáis y ponedlos en el recipiente de la batidora.

• A continuación, verted agua caliente hasta cubrir el papel y dejadlo en remojo al menos 30 minutos. Si queréis que el papel sea de color, podéis utilizar papel usado de ese mismo color o añadir colorante alimentario. Un poco de almidón ayudará a que la pasta de papel quede más consistente después del secado.

• Con la batidora triturad los trozos de papel en remojo hasta obtener una pasta de papel.

Paso 2:

• Coged un bol y colocadle encima el colador grande. A continuación, verted la pasta de papel y dejad que se escurra bien. Con el colador más pequeño, presionad la pasta de papel para exprimir aún más el agua.

• Si es necesario, podéis vaciar el agua escurrida del bol.

Paso 3:

• Moldead con cuidado la pasta de papel. Para ello, utilizad el colador pequeño o una cuchara para presionar uniformemente la pasta de papel contra el colador más grande. De esta forma crearéis la forma de un cuenco.

Paso 4:

• Poned el colador grande con la pasta de papel encima del bol y dejad que se seque en un lugar cálido durante unos tres días.

Paso 5:

• Una vez que la pasta de papel se haya endurecido por el borde y se haya secado, podéis sacarla con cuidado del colador. Si aún está un poco húmeda, no importa.

• A continuación, y con la ayuda de unas tijeras, recortad el borde de la figura hecha de pasta de papel. Cuando todo esté seco, podréis decorar el cuenco resultante a vuestro gusto.

Un consejo: Si en vez de un cuenco preferís hacer una hoja de papel normal y corriente, podéis utilizar un colador plano en vez del colador convencional. Por lo demás, el proceso de producción es el mismo.

Experimento de descomposición de residuos: materiales necesarios

• unas 5 o 7 macetas o tarros con tapa usados

• tierra para jardín y, si es necesario, un poco de compost

• pala pequeña o pala para flores

• diferentes tipos de residuos, como envases de yogur, cartones de leche, posos de café, periódicos, papel de aluminio, pieles de plátano o restos de manzana

• tijeras, bolígrafo, papel

Cómo hacer el experimento de descomposición paso a paso

1. Rellenad las distintas macetas con tierra para jardín y, si es necesario, un poco de compost (proporción 3 a 1). No utilicéis la tierra para plantas normal que se encuentran en los bazares y tiendas de bricolaje, ya que no contiene los microorganismos necesarios para el proceso de descomposición.

2. Colocad las macetas en el balcón, terraza o jardín. A continuación, enterrad en cada una de ellas los distintos tipos de residuos.

3. Anotad en un papel qué residuos hay en cada maceta.

4. Dejad reposar las macetas durante al menos una semana. Aseguraos de que la tierra esté húmeda, pero no mojada, y de que no se caliente demasiado.

5. Al cabo de una semana podéis hacer la primera comprobación de cómo han cambiado los residuos. Para ello, desenterradlos, observadlos y volvedlos a enterrar.

6. Podéis alargar este experimento durante varias semanas. ¿Qué diferencias nota tu hijo entre los distintos tipos de residuos? ¿Qué materiales se han descompuesto más rápidamente? ¿Cuáles permanecen intactos? Por último, poned en común y comentad vuestras conclusiones.

Conclusión: reciclaje para niños para crear conciencia ambiental

¿Por qué es importante clasificar correctamente los residuos? ¿Qué ocurre con nuestros residuos una vez los tiramos a los contenedores pertinentes? La gestión y clasificación de residuos es una de las muchas tareas de nuestro día a día, no solo en casa, sino también en el trabajo o la escuela, por lo que es natural que muchos niños se pregunten qué sentido tiene y cómo funciona exactamente el reciclaje. Por ello, la educación medioambiental también incluye explicar a los más jóvenes cómo funciona el reciclaje y lo importante que es utilizar los recursos de forma responsable. Con un enfoque lúdico y experimentos ilustrativos, puedes enseñar a tu hijo cómo evitar la generación innecesaria de residuos y cómo separarlos de forma adecuada.

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Fuentes de información

https://www.iberdrola.com/sostenibilidad/reciclaje-para-ninos

(última consulta: 09.03.2023)

https://www.guiainfantil.com/fiestas/medioambiente/reciclaje.htm

(última consulta: 09.03.2023)

https://www.gadisa.es/blog/que-es-reciclar-explicacion-para-ninos/

(última consulta: 09.03.2023)

https://www.ecoembes.com/es/reduce-reutiliza-y-recicla/que-tirar-en-cada-contenedor

(última consulta: 09.03.2023)

https://www.ecologiaverde.com/cuanto-tarda-en-degradarse-el-plastico-2693.html

(última consulta: 09.03.2023)

https://www.fundacionaquae.org/hacer-papel-reciclado/

(última consulta: 09.03.2023)

Fuentes de las imágenes

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