Los bañadores, bikinis y bañadores de hombre se fabrican con materiales especiales para que sean lo más duraderos y cómodos posible, pero aun así hay que limpiarlos y cuidarlos de una manera especial. Para que puedas disfrutar de tu ropa de baño el mayor tiempo posible, te mostramos cómo lavar y cuidar tus bañadores y bikinis.
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El protector solar, el cloro de la piscina, el agua salada del mar y, por supuesto, los rayos del sol: a lo largo de la temporada, tu traje de baño está expuesto a muchas influencias ambientales y sustancias que a veces pueden deteriorar el material. Así pues, para alargar su vida útil, es conveniente que limpies tus prendas de baño de forma minuciosa y delicada.
Si has pasado el día en la piscina o en la playa, es conveniente aclarar el traje de baño con agua limpia inmediatamente después de quitártelo. Además, es recomendable lavarlo a mano con un champú suave.
Después de unos tres o cuatro días de uso, llega el momento de lavar a máquina tu traje de baño. A continuación, te explicamos cómo lavar tu bañador en la lavadora:
Lo mejor es lavar el traje de baño usando el programa de ropa delicada. De este modo, evitarás dañar los tejidos más sensibles.
Es mejor no utilizar el ciclo de centrifugado o elegir una velocidad muy baja (máx. 400 a 600 rpm).
Elige una temperatura de lavado de 30 o 40 grados como máximo.
Es mejor utilizar un detergente suave o un detergente especial para materiales técnicos.
No utilices suavizante, ya que es un producto que desgasta las fibras de los materiales funcionales.
Es preferible meter el bañador en una red de lavado para protegerlo mejor del posible desgaste.
Al nadar y tomar el sol, es esencial una protección solar eficaz. Por eso, además de una sombrilla o un gorro, es aconsejable aplicarse bien la crema solar adecuada. Sin embargo, las cremas y lociones a veces pueden dejar manchas en los bañadores o estropear el material. Por tanto, debes dejar que tu piel absorba un poco el protector solar antes de ponerte el bañador.
Un secado adecuado también puede favorecer la longevidad de tu traje de baño. Para evitar que los colores se destiñan o que tu bañador se desgaste, puedes tener en cuenta lo siguiente:
No retuerzas demasiado el bañador; limítate a exprimir suavemente la humedad de las fibras. Para ello puedes utilizar, por ejemplo, una toalla de baño.
Después, puedes colocar el bañador en un tendedero a la sombra para que se seque.
Para evitar que se deforme, no cuelgues el bañador o el bikini empapado.
Para evitar que pierda color, no pongas el bañador directamente al sol.
No metas el bañador en la secadora. Las temperaturas altas dañan las fibras elásticas y pueden modificar el ajuste.
Los bañadores son prendas funcionales hechas con fibras sintéticas especiales. Materiales como el elastano, la poliamida (nailon) o el poliéster se utilizan a menudo en la fabricación de trajes de baño. Estos tejidos son elásticos, dimensionalmente estables, resistentes y garantizan un alto nivel de comodidad. Además, suelen ser de secado rápido y permanecen opacos incluso mojados.
Por razones de higiene, es aconsejable lavar tu nuevo bañador antes de ponértelo por primera vez. Un lavado suave también eliminará los residuos del proceso de producción (como los tintes) que podrían causar irritación o picor en la piel.
Si seleccionas el ciclo de lavado adecuado, puedes lavar tu traje de baño en la lavadora. Las fibras funcionales de los bañadores son duraderas pero delicadas, por lo que nunca debes lavar los bañadores a una temperatura tan alta como la ropa interior normal. Lava siempre los bañadores y bikinis en el ciclo delicado o suave a un máximo de 40 grados.
Después de un día de playa o piscina, puedes lavar a mano los bañadores y bikinis para eliminar los restos de arena o cloro. También puedes utilizar un champú suave. Si has llevado el bañador varios días seguidos, es aconsejable lavarlo a fondo en la lavadora.
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