Voluntariado social: una mujer charla con una señora mayor en el banco de un parque.

Voluntariado y compromiso social: de la ayuda vecinal al apoyo emocional

¿Te gustaría invertir tu tiempo libre en ayudar a otras personas, pero no sabes por dónde empezar? Ya sea en tu barrio, en una institución u organización social o incluso para colaborar desde casa, la demanda de voluntarios para labores sociales suele ser siempre alta, por lo que no tendrás problemas para encontrar dónde echar una mano. En este artículo te damos una visión general de las tareas y ámbitos de acción que incluye el voluntariado social. De esta forma, te será más fácil encontrar el puesto que mejor encaje con tus intereses, motivaciones y aptitudes.

Voluntariado social: una voluntaria participa en un grupo de autoayuda.

¿Por qué debería ser voluntario social?

La labor de los voluntarios es necesaria en todos los ámbitos de nuestra vida. Esto incluye desde el voluntariado en el cuerpo de bomberos hasta el que permite el funcionamiento de los clubs deportivos más pequeños. En cuanto al voluntariado social, siempre se necesitan manos para ayudar a personas de todas las edades en situaciones complicadas, por lo que no es difícil encontrar la oportunidad para ayudar al prójimo, aunque sea una pequeña contribución, y hacer que la sociedad sea un poco mejor.

Aparte de ayudar a los demás, adquirir un compromiso social te da la oportunidad de crecer personalmente y aprender más sobre ti mismo. Durante tu voluntariado conocerás a mucha gente nueva, aprenderás de sus historias personales y descubrirás el mundo desde otras perspectivas. Además, pondrás a prueba y mejorarás habilidades y aptitudes importantes, como la capacidad de trabajar en equipo, el sentido de la responsabilidad, la gestión de conflictos y la inteligencia emocional, algo que te será útil también en tu trabajo y en el día a día.

Ejemplos y tipos de voluntariado social

Da igual si quieres hacer de voluntario de forma constante, si prefieres prestar ayuda solo puntualmente o si buscas una actividad para hacer cuando te jubiles; sea cual sea tu caso, seguro que encuentras tu lugar en el mundo del voluntariado. A continuación te presentamos qué opciones tienes para hacerte voluntario, así como el tipo de organizaciones con las que puedes colaborar y las tareas que puedes asumir.

Compromiso social: una voluntaria lleva la compra a una mujer mayor.

Ayuda vecinal: mejora el día a día de tu barrio

Ayudar de forma activa a mejorar el día a día de tus vecinos no requiere grandes sacrificios ni es especialmente complicado. Por ejemplo, puedes ser voluntario en una asociación que trabaje para una causa que te interese especialmente o, si no la hay, crear una en tu barrio.

¿Te gustaría ayudar a las personas mayores que viven cerca de ti? Puedes acompañarlas a hacer la compra, al médico o al banco. También puedes hacer de intérprete para un vecino o cuidar temporalmente de sus animales de compañía. Estas pequeñas acciones, tan gratificantes como fáciles de integrar en tu día a día, pueden ser de gran ayuda para los demás.

Si buscas cómo ayudar a los vecinos que lo necesiten, consulta qué iniciativas hay en tu barrio o municipio a través de los medios de comunicación local, el ayuntamiento o las entidades sociales de tu zona. Otra opción es la de buscar en portales como hacesfalta.org qué tipo de voluntarios se necesitan donde vives.

Voluntariado en apoyo emocional

Si eres una persona empática y tienes dotes comunicativas, un voluntariado en atención emocional podría ser perfecto para ti. Estas son las posibles áreas de trabajo:

Grupos de autoayuda. Un grupo de autoayuda ofrece a quien lo necesite la oportunidad de hablar de sus problemas vitales y obtener el apoyo de personas que están pasando o han pasado por una situación similar. Como parte de un grupo de estas características, puedes escuchar a los demás y ayudarlos compartiendo tus experiencias. Como voluntario, puedes participar dirigiendo el grupo o incluso iniciando uno en el caso de que no haya ninguno en tu zona.
Asesoramiento emocional para afrontar el duelo. Este tipo de asesoramiento va dirigido a aquellas personas que han perdido a un ser querido. Para poder dar este tipo de apoyo, antes deberás hacer una formación específica.
Apoyo espiritual. Muchas personas que pasan por un momento complicado de su vida necesitan apoyo espiritual. Como voluntario en este campo, debes saber escuchar y ofrecer tus consejos para ayudar a los demás. Si quieres realizar este tipo de voluntariado, antes deberás formarte mediante cursos específicos sobre cómo ser un interlocutor competente en estos casos.

Si lo prefieres, también puedes ofrecer tu ayuda haciendo un voluntariado desde casa, mediante llamadas telefónicas o videollamadas. Por ejemplo, puedes ofrecerte como tándem lingüístico para ayudar a otras personas a aprender tu idioma, hacer labores de relaciones públicas para asociaciones con fines sociales, ayudar a personas con discapacidad visual a leer fechas de caducidad u horarios del transporte público mediante apps como Be My Eyes o dando apoyo a aquellas personas que llamen al Teléfono de la Esperanza.

Voluntariado social: una voluntaria en un taller de manualidades para personas con discapacidad.

Voluntariado para apoyar a personas con discapacidad

Otra forma de apoyar a una buena causa es a través de un voluntariado para mejorar la inclusión social de personas con discapacidad. Como voluntario, puedes realizar tareas muy variadas, desde organizar cursos de informática o talleres de manualidades hasta formar un equipo deportivo o montar excursiones. Seguro que no te será difícil encontrar una tarea que se ajuste a tus habilidades e intereses. También puedes ofrecer una ayuda más personalizada, acompañando a estas personas en sus tareas cotidianas, como ir de compras.

Voluntariado en ayuda a refugiados y personas migrantes

Tanto migrantes como refugiados han abandonado sus hogares buscando una nueva vida en su país de destino. Como voluntario, puedes ayudarlos en esta transición, acompañándolos en trámites administrativos, búsqueda de vivienda o ir a comprar. Si tienes habilidades organizativas, puedes montar actividades, charlas y cualquier tipo de acto que sirva para apoyar a estos colectivos.

Voluntariado con personas mayores y pacientes terminales

Además de ayudar a tus vecinos de la tercera edad, también puedes implicarte en organizaciones que trabajen para mejorar la vida de las personas mayores y de quienes están hospitalizados. Estos son algunos ejemplos:

Acompañamiento a personas mayores. Si quieres hacer compañía a personas mayores, puedes hacerlo en sus domicilios, en una residencia o en un centro de día. Charlar con ellas, hacer actividades juntos o ayudarlas con las tareas cotidianas es una manera de hacerles compañía y enriquecer sus vidas. Por tu parte, tendrás la oportunidad de aprender de las experiencias de la gente mayor y conocer historias interesantes.
Ayuda para personas con demencia. Las personas con demencia y sus familias suelen necesitar apoyo en el día a día. Como acompañante de personas con demencia, puedes ayudarlas en las tareas cotidianas, hacerles compañía, charlar con ellas y hacer actividades conjuntas como cantar o salir a pasear.
Apoyo a personas con enfermedades terminales. Este tipo de ayuda va destinada a las personas con alguna enfermedad grave o terminal y a sus familiares. Tras una formación específica, puedes ofrecer consuelo y mantener conversaciones, pero también proporcionar experiencias agradables para la persona enferma, como dar un paseo o jugar juntos.

Otra manera de colaborar con muchas asociaciones y organizaciones con fines sociales es a través de actos para recaudar fondos. Por ejemplo, puedes montar un mercadillo solidario o un concierto benéfico y donar todo lo recaudado a una entidad social de tu barrio o ciudad.

Ayuda en comedores sociales: una voluntaria descarga alimentos de una furgoneta.

Ayuda a personas sin hogar o sin recursos

En España hay muchas personas que viven por debajo del umbral de pobreza o que no tienen hogar. Varias organizaciones sin ánimo de lucro se encargan de darles apoyo a distintos niveles. Estos son los tipos de organizaciones que puedes encontrar en este ámbito y las tareas a desarrollar:

Banco de Alimentos. La misión del Banco de Alimentos es la redistribución de alimentos a las personas sin recursos. Para apoyar esta organización, puedes asumir varios tipos de tareas, como encargarte de la recepción de alimentos, conducir los vehículos de transporte o preparar el reparto.
Comedores sociales. El voluntariado en comedores sociales tiene por objetivo proporcionar comida a personas con escasos recursos para que estas puedan obtener la dosis diaria de calorías necesarias. Como voluntario, puedes colaborar en un comedor social preparando la comida, atendiendo a las personas que hacen uso del servicio o encargándote del almacenamiento e inventario de alimentos, entre otras tareas.
Ayuda a personas sin hogar. Aparte de proporcionar alimentos y comida, las organizaciones que tienen por objetivo ayudar a las personas sin hogar se encargan de otras tareas, como acompañarlas en distintos trámites (visitas médicas, gestión de documentos, etc.), darles apoyo y afecto para devolverles la autoestima o hacer un seguimiento de las personas en esta situación que hay en su área de acción.

Encontrar el tipo de voluntariado idóneo para ti no tiene por qué ser complicado. Puedes empezar preguntando en entidades locales o incluso en tu ayuntamiento. También son útiles algunas plataformas online, como hacesfalta.org o voluntariado.net, donde encontrarás ofertas de asociaciones muy diversas que buscan la ayuda de voluntarios.

Compromiso social: ejemplos para jóvenes

Si eres joven y quieres contribuir a una buena causa después de clase e invertir parte de tu tiempo libre a ayudar a los demás, tienes muchas maneras de hacerlo. Además de los tipos de voluntariado social que ya hemos enumerado, tienes las siguientes opciones:

Mediante unas prácticas en una asociación o institución (por ejemplo, en un hogar de acogida, una residencia de ancianos o un hospital) puedes dar apoyo al personal a la vez que conoces de cerca una profesión que te interese de cara al futuro.
Si no dispones de mucho tiempo, puedes participar de forma puntual en actividades de entretenimiento y acompañamiento en hospitales, residencias de ancianos o centros de acogida.
¿Te gusta hacer fotos y crear contenido? También puedes ayudar a asociaciones, organizaciones e instituciones a difundir sus valores y promocionar sus actividades, por ejemplo, actualizando el sitio web y llevando sus redes sociales.

Conclusión: fomenta el compromiso social con un voluntariado

Si te gusta pasar tiempo con otras personas, eres abierto de mente y tienes dotes comunicativas, seguro que un voluntariado social es el reto que estás buscando. Da igual si dispones de mucho tiempo o de muy poco, si tu contribución es grande o pequeña, o si quieres ofrecer tu ayuda a título personal o mediante una organización: hay muchas maneras de contribuir a una sociedad mejor. Pregunta en las asociaciones de tu barrio de qué manera puedes ayudar, ya que siempre se necesita gente para echar una mano. Apoyar a tus semejantes en situaciones difíciles es una labor de voluntariado gratificante y de gran valor que puede hacerte descubrir nuevas perspectivas.

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