Materiales sostenibles en la industria de la moda
Igual que en otros sectores, la industria de la moda está dando cada vez más importancia al uso de materiales sostenibles y a que sus procesos de producción sean respetuosos con el medio ambiente. Por un lado, se apuesta por los tejidos fabricados con materias primas orgánicas certificadas y más sostenibles, que coloquialmente se llaman tejidos ecológicos. Por otro lado, se trabaja también con prendas y materiales reciclados. Algunos sellos y certificaciones acreditan la sostenibilidad de la ropa y de su proceso de fabricación. En este artículo te damos una visión general de los materiales y procesos sostenibles que la industria de la moda utiliza para proteger el medio ambiente.

Tabla de contenido
Tejidos naturales para una moda sostenible
Algunos productos de la industria de la moda se fabrican con fibras naturales procedentes de plantas o animales. Esto tiene la ventaja de que las materias primas utilizadas para la producción de ropa pueden volver a crecer y, por lo tanto, utilizarse de forma sostenible. A continuación te presentamos algunos tejidos naturales cuyo uso es respetuoso con el medio ambiente.
Algodón orgánico
El algodón es una fibra natural que se obtiene de las semillas de la planta del algodón. Los tejidos de algodón son suaves, agradables al tacto, resistentes y duraderos. Sin embargo, el cultivo convencional de esta materia prima resulta perjudicial tanto para las personas como para el medio ambiente, ya que requiere mucha agua y a menudo se utilizan pesticidas sintéticos.
Para seguir beneficiándose de las propiedades del algodón y, al mismo tiempo, proteger el medio ambiente, desde hace algunos años la industria de la moda ha ido apostando por el uso de algodón orgánico[1]. El cultivo de algodón orgánico se hace con semillas que no han sido modificadas genéticamente. Además, durante el proceso de crecimiento de la planta se prescinde por completo de los pesticidas y fertilizantes sintéticos, utilizando en su lugar materiales de origen animal o vegetal, como el compost o el estiércol. Esto ayuda a proteger el suelo y la biodiversidad. Además, las prendas fabricadas con algodón orgánico tienen la ventaja de ser reciclables, siempre y cuando el tejido no haya sido alterado con tintes, piezas de plástico o metal (por ejemplo, ojales o botones) u otros adornos[2].

Si quieres comprar productos textiles sostenibles, no solo debes asegurarte de que la ropa esté hecha de materiales naturales. Toda la cadena de producción debe ser sostenible, tanto desde un punto de vista ecológico como social. La información sobre la sostenibilidad de cada una de las fases de producción puede acreditarse con diversos sellos y certificaciones.
Si quieres comprar productos textiles sostenibles, no solo debes asegurarte de que la ropa esté hecha de materiales naturales. Toda la cadena de producción debe ser sostenible, tanto desde un punto de vista ecológico como social. La información sobre la sostenibilidad de cada una de las fases de producción puede acreditarse con diversos sellos y certificaciones.
Lino ecológico de cultivo europeo
El lino es otro de los materiales naturales que se utilizan para elaborar tejidos sostenibles. Las fibras utilizadas para las telas de lino se obtienen de la planta del lino. El tejido de lino es robusto, transpirable y refrescante, por lo cual es especialmente adecuado para la ropa de verano.
En términos de sostenibilidad, el lino ecológico también presenta algunas propiedades que lo hacen respetuoso con el medio ambiente. Al igual que el algodón orgánico, el lino es una materia prima natural, renovable y, si se deja sin tratar, biodegradable. En el cultivo ecológico de lino, se procura rotar los cultivos con frecuencia (por ejemplo, con cultivos intermedios como la mostaza o el trébol) para mantener el equilibrio de nutrientes en el suelo[3]. Además, la planta del lino requiere poca agua y no se utilizan apenas pesticidas ni fertilizantes durante su crecimiento. El hecho de poder cultivar lino en Europa hace que no se necesite recorrer largas rutas de transporte para poder usarlo en procesos industriales dentro del continente. Finalmente, la producción de lino ecológico elimina una etapa de producción, el tratamiento con agua caliente, lo que supone generar menos aguas residuales.
Lana más sostenible
La lana se compone de fibras proteicas naturales procedentes del pelaje de animales como las ovejas, las alpacas o las cabras, y se caracteriza por ser un material termorregulador, suave y repelente al agua[4]. Por ello, es habitual que con la lana se confeccionen jerséis y gorros. Cuando se antepone el bienestar del animal, podemos hablar de lana sostenible. Para ello, hay que prestar especial atención al cuidado de los animales, por ejemplo, dejando que puedan moverse a su aire y estar siempre activos, además de garantizarles una alimentación fresca y saludable[5].
En su forma pura, la lana también es una materia prima biodegradable. Esto supone una valiosa contribución a la protección del medio ambiente. Para actuar de forma aún más responsable con el entorno natural, tienes la opción de comprar productos de lana de segunda mano. De este modo, los productos textiles hechos de lana ecológica pueden usarse también de forma sostenible.
Productos textiles de cáñamo ecológico
El cáñamo es una fibra natural obtenida de la planta del mismo nombre. Como materia prima es idónea para elaborar ropa sostenible, ya que su cultivo es muy productivo y, al mismo tiempo, permite ahorrar recursos[6]. La planta del cáñamo necesita poca agua, crece en casi cualquier suelo y conserva el contenido de nutrientes de la tierra. Como todas las demás fibras naturales, el cáñamo es biodegradable en su forma pura. Los tejidos hechos de cáñamo son transpirables, refrescantes, ligeros y duraderos, por eso encontraremos este material en camisetas y ropa deportiva[7].
Además de las ya mencionadas, existen otras fibras naturales cuyo uso aún no se ha generalizado, pero que resultan igualmente idóneas para un proceso de producción textil sostenible. Por ejemplo, la ceiba, cuyas fibras se parecen a las del algodón, aunque necesitan mucha menos agua para su cultivo[8]. Las algas también pueden servir como materia prima para producir productos textiles[9].
Además de las ya mencionadas, existen otras fibras naturales cuyo uso aún no se ha generalizado, pero que resultan igualmente idóneas para un proceso de producción textil sostenible. Por ejemplo, la ceiba, cuyas fibras se parecen a las del algodón, aunque necesitan mucha menos agua para su cultivo[8]. Las algas también pueden servir como materia prima para producir productos textiles[9].
Tejidos sostenibles mediante el reciclaje de materiales
Las fibras sintéticas como por ejemplo el poliéster, muy utilizado en la industria de la moda, pueden reciclarse y, por lo tanto, tener una segunda vida.

En lugar de emplear siempre fibras sintéticas nuevas, la industria de la moda utiliza cada vez más materiales reciclados para elaborar sus productos. Estos materiales pueden proceder, por ejemplo, de botellas de plástico PET, de residuos industriales sintéticos o de la sobreproducción. El poliéster reciclado no requiere petróleo adicional para ser utilizado de nuevo y, dependiendo del método de reciclaje, se consume hasta un 60% menos de energía que la que se necesita para producir poliéster nuevo[10]. Otros materiales, como el algodón y el cachemir, también pueden reciclarse y convertirse en nuevas prendas.
Fibras regeneradas: fibras artificiales fabricadas con materiales sostenibles
Las fibras regeneradas se crean a partir de materiales naturales mediante procesos de fabricación artificiales. La viscosa es la fibra regenerada más conocida, y para su fabricación se extrae la celulosa de los árboles y se procesa en fibras mediante un proceso químico. El factor sostenible de estas fibras reside, pues, en las materias primas naturales y renovables utilizadas.
- Un tipo especial de viscosa es el modal, el cual se compone de celulosa que suele proceder de la madera de haya, un árbol que crece en Europa. En el mejor de los casos, la madera procede de una explotación forestal sostenible. Los tejidos de modal son agradables a la piel, duraderos y tienen un brillo sedoso, por lo que es un material que se usa a menudo para pijamas y ropa interior[11].
- El lyocell, que a menudo encontramos bajo la marca Tencel™, es un tipo de viscosa que se suele obtener de la madera de eucalipto. Los eucaliptos crecen rápidamente y apenas necesitan agua, además de ser una materia prima biodegradable. El lyocell es suave, sedoso, transpirable y robusto. Estas propiedades lo hacen especialmente adecuado para la ropa deportiva y de verano[12].
Certificaciones y sellos de sostenibilidad
Las etiquetas y certificaciones sirven para identificar aquellos productos textiles fabricados con materiales sostenibles y de forma respetuosa con el medio ambiente. A continuación te presentamos algunas de estas acreditaciones[13], aunque existen muchas otras que igualmente establecen unos estándares rigurosos de sostenibilidad.
EU Ecolabel
La Etiqueta Ecológica Europea, la EU Ecolabel, es la etiqueta medioambiental oficial de la Unión Europea. Certifica productos y servicios respetuosos con el medio ambiente, tanto en lo que respecta a los materiales utilizados como a los procesos de producción. Los criterios para obtener esta etiqueta ecológica garantizan que el producto que la obtenga tiene el mejor comportamiento medioambiental posible. La EU Ecolabel evalúa las prendas fabricadas tanto con fibras naturales como sintéticas[14].

Ángel Azul (o Blauer Engel)
La Ángel Azul (o Blauer Engel en alemán) es una certificación alemana para acreditar aquellos productos que, entre otras cosas, cumplen con una serie de rigurosos criterios medioambientales en todo su proceso de fabricación, como por ejemplo evitar el uso de sustancias químicas nocivas para la salud. El sello puede obtenerse tanto para tejidos de fibras naturales como sintéticos[17].

Sellos para textiles reciclados
Los productos textiles sostenibles no solo pueden aspirar a recibir un sello si están hechos con tejidos naturales u otros materiales respetuosos con el medio ambiente, sino también si se crean a partir de materiales reciclados. Estos son los sellos que acreditan los procesos de reciclaje:
Content Claim Standard
La norma Content Claim Standard (CCS), impulsada por la organización sin ánimo de lucro Textile Exchange, se centra en la trazabilidad y transparencia de la cadena de producción. Con esta certificación, las empresas pueden demostrar la presencia de una determinada materia prima en sus productos textiles, así como la cantidad empleada. El cumplimiento de los estándares de esta norma es la base de todas las demás normas certificadas por Textile Exchange[18]. Existen diferentes subcategorías en función del material:

- El Global Recycled Standard (GRS) indica el porcentaje de materiales reciclados en los textiles. Además, las empresas deben cumplir una serie de requisitos durante el proceso de producción para reducir los efectos nocivos para las personas y el medio ambiente. El sello solo puede encontrarse en productos finales que estén compuestos por al menos un 50% de materiales reciclados[19].
- El Recycled Claim Standard (RCS) también controla la cantidad de materiales reciclados que contiene un producto. El sello RCS puede concederse a productos que contienen al menos un 5% de materiales reciclados[20].


- Mediante la norma Organic Content Standards (OCS), las empresas acreditan la proporción de material orgánico en un producto. El sello OCS 100 se concede cuando un producto contiene entre un 95 y un 100% de material orgánico[21].
Cradle to Cradle Certified®
La certificación Cradle to Cradle® identifica los productos textiles que, ya en la fase de diseño y producción, tienen en cuenta la futura reutilización y el posible reciclaje del producto. Así pues, el sello promueve una economía circular donde no se generan residuos, puesto que las materias primas se vuelven a aprovechar. En la producción de la ropa que cuenta con esta certificación se presta atención, entre otras cosas, al uso de materiales reciclables y se evita el uso de sustancias nocivas. La certificación Cradle to Cradle® evalúa los productos en cinco categorías: la selección de materiales (Material Health), la reciclabilidad (Material Reutilization), el uso de energías renovables (Renewable Energy & Carbon Management), el uso responsable del agua (Water Stewardship) y la equidad social (Social Fairness)[22]. Los cuatro niveles de certificación del sello son bronce, plata, oro y platino.
El principio Cradle to Cradle (de la cuna a la cuna) describe una economía circular en la que todos los materiales se reutilizan a lo largo de los ciclos de producción. Por ejemplo, en lugar de tirar la ropa que ya no nos ponemos, esta se devuelve para que se utilice en la fabricación de nuevas prendas. Esto crea un bucle productivo cerrado que contribuye enormemente a la reducción de residuos[23]. Las prendas con certificación Cradle to Cradle Certified® son aptas para una economía circular gracias a su diseño y al uso que hacen de los materiales.
El principio Cradle to Cradle (de la cuna a la cuna) describe una economía circular en la que todos los materiales se reutilizan a lo largo de los ciclos de producción. Por ejemplo, en lugar de tirar la ropa que ya no nos ponemos, esta se devuelve para que se utilice en la fabricación de nuevas prendas. Esto crea un bucle productivo cerrado que contribuye enormemente a la reducción de residuos[23]. Las prendas con certificación Cradle to Cradle Certified® son aptas para una economía circular gracias a su diseño y al uso que hacen de los materiales.
En resumen
Con el paso del tiempo, cada vez más materiales naturales y sostenibles se han hecho populares en la industria de la moda. El uso de materias primas renovables y de material reciclado contribuye a la preservación del medio ambiente. Sin embargo, aún es necesario optimizar algunos aspectos, como por ejemplo reducir el elevado consumo de agua y energía durante el proceso de producción de la ropa. Al dar pasos importantes hacia el uso de materiales más sostenibles, la industria de la moda puede ofrecer a sus clientes cada vez más opciones ecológicas, allanando así el camino hacia un futuro más sostenible desde el punto de vista social y medioambiental.
Fuentes de información:
[1]https://goodonyou.eco/
(última consulta: 25.10.2021)
[2]https://ecocult.com/
(última consulta: 25.10.2021)
[3]https://www.trvst.world/
(última consulta: 25.10.2021)
[4]https://www.thegoodtrade.com/
(última consulta: 25.10.2021)
[5]https://www.sustainablejungle.com/
(última consulta: 25.10.2021)
[6]https://www.livekindly.co/
(última consulta: 25.10.2021)
[7]https://greenerideal.com/
(última consulta: 25.10.2021)
[8]https://fashionunited.com/
(última consulta: 25.10.2021)
[9]https://www.anthropocenemagazine.org/
(última consulta: 25.10.2021)
[10]https://fashionunited.uk/
(última consulta: 25.10.2021)
[11]https://www.masterclass.com/
(última consulta: 25.10.2021)
[12]https://www.sustainablejungle.com/
(última consulta: 25.10.2021)
[13]https://www.siegelklarheit.de/
(última consulta: 25.10.2021)
[14]https://eur-lex.europa.eu/
(última consulta: 25.10.2021)
[15]https://global-standard.org/
(última consulta: 25.10.2021)
[17]https://produktinfo.blauer-engel.de/
(última consulta: 25.10.2021)
[18]https://textileexchange.org/
(última consulta: 25.10.2021)
[19]https://textileexchange.org/
(última consulta: 25.10.2021)
[20]https://textileexchange.org/
(última consulta: 25.10.2021)
[21]https://textileexchange.org/
(última consulta: 25.10.2021)
[22]https://www.c2ccertified.org/
(última consulta: 25.10.2021)
[23]http://www.c2c-centre.com/
(última consulta: 25.10.2021)
Fuentes de las imágenes:
iStock.com/zoranm
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