Sacos de dormir - Otoño / invierno

Cuando los días se acortan y las temperaturas bajan, es especialmente importante que los bebés duerman calentitos y seguros por la noche. Un saco de dormir de otoño o invierno ofrece una protección óptima contra el frío sin necesidad de mantas adicionales, lo que garantiza un sueño tranquilo y seguro.

Los bebés pierden calor corporal más rápido que los adultos y no pueden cubrirse por la noche. Un saco de dormir bien forrado mantiene su temperatura corporal constante y los protege del enfriamiento. Al mismo tiempo, evita que el bebé se suelte o se resbale debajo de la manta, un aspecto importante para la seguridad.

Los sacos de dormir con rellenos cálidos son adecuados para otoño e invierno:

• Guata de poliéster: Ligera, fácil de limpiar y con buen aislamiento.

• Plumón o mezclas de plumón: Especialmente cálidos y transpirables, pero suelen requerir más cuidados.

• Forro polar de algodón: Una alternativa natural que proporciona buena calidez y regula la humedad.

El relleno debe estar distribuido uniformemente para evitar zonas frías.

El valor TOG indica la calidez de un saco de dormir. Las siguientes recomendaciones se aplican para la temporada de frío:

• 2,5 TOG: Para habitaciones más frescas, entre 16 y 20 °C; ideal para otoño.

• 3,5 TOG: Para habitaciones frías por debajo de 16 °C; perfecto para invierno.

Dependiendo de la temperatura ambiente, se puede usar un body de manga larga o un pijama debajo.

Un buen saco de dormir de invierno no solo debe ser cálido, sino también seguro:

• Escote estrecho: Para que el bebé no se resbale.

• Sin capucha: Para evitar el sobrecalentamiento y el riesgo de asfixia.

• Cremallera oculta: Protege la piel sensible del bebé de la fricción.

El tamaño adecuado es crucial: los sacos de dormir demasiado grandes representan un riesgo para la seguridad, mientras que los demasiado pequeños restringen al bebé.

Muchos sacos de dormir de otoño/invierno ofrecen detalles pensados ​​para facilitar el día a día:

• Cremallera de doble sentido: Facilita el cambio de pañales por la noche.

• Característica que favorece el crecimiento: Los tirantes ajustables o los cierres a presión prolongan su vida útil.

• Mangas sin mangas o extraíbles: Ajuste flexible según la temperatura ambiente.

Los materiales exteriores deben ser suaves, agradables para la piel y transpirables:

• Algodón: Especialmente suave para la piel sensible del bebé.

• Tejidos de jersey o terciopelo: Suaves y cálidos.

• Forro polar: Para mayor comodidad en días especialmente fríos.

Todos los materiales deben estar libres de sustancias nocivas y, idealmente, deben llevar el sello OEKO-TEX® o GOTS.