Vestidos kaftan

Un vestido caftán se asemeja en diseño a una túnica larga, especialmente en el escote, que suele tener la característica forma de “V”. Por lo general, el corte es recto y amplio, con mangas sueltas y, en la mayoría de los casos, cortas. Algunos modelos están decorados con flecos y borlas, destacan por sus bordados frontales, detalles de encaje o cintas en el escote. Los colores irradian frescura veraniega: turquesa, rosa o naranja. Estampados étnicos, flores, degradados suaves o diseños monocromáticos llaman la atención sobre este look de tendencia. Las mangas acampanadas y los cortes decorativos convierten a los caftanes con mangas en un verdadero punto de atracción.

Los largos van desde ultracorto hasta largo hasta los pies: los modelos cortos llegan hasta la mitad del muslo y se pueden llevar tanto solos como sobre unos leggings. Los vestidos caftanes hasta la rodilla son los clásicos y se pueden combinar de muchas maneras, por ejemplo con un cinturón a la cintura. Los modelos largos resultan sofisticados, pero a la vez desenfadados y cómodos. Las versiones maxi son ideales para el verano, ya que refrescan y protegen del sol.

Dependiendo de su longitud y estampado, los vestidos caftanes pueden adaptarse a (casi) cualquier ocasión. Los modelos cortos son perfectos como atuendo de playa sobre el bikini o el traje de baño. Con ellos puedes pasear por la orilla, tomar algo en el bar o disfrutar de un tentempié fresco en el chiringuito. Gracias a su forma suelta, te lo puedes poner rápidamente y disfrutar de total libertad de movimiento. Los modelos hasta la rodilla o largos son ideales para ir de compras por la ciudad o para pasar una tarde en una terraza al aire libre. Especialmente en días calurosos, el caftán demuestra todas sus ventajas.

Es un imprescindible en la maleta de vacaciones, ya que es ligero y muy versátil: durante el día lo puedes llevar en excursiones o para almorzar; por la noche, al igual que un vestido plisado, lo puedes convertir en un look elegante con un cinturón bonito y sandalias de tacón fino, ¡y bailar toda la noche con tu vestido caftán!

Cuando el sol brilla con fuerza, tu vestido caftán cobra protagonismo. Los looks veraniegos se pueden crear fácilmente con esta prenda de moda. Regla básica: jugar con contrastes es especialmente llamativo. Los vestidos sencillos pueden realzarse con joyas llamativas, como un collar con piedras de vidrio coloridas o cuentas de madera. Una pulsera a juego y unas sandalias tipo flip-flop que combinen con los colores del collar completan el conjunto.

Los vestidos caftanes largos quedan ideales con un cárdigan ligero y largo o un kimono de tela sedosa. Así consigues un look de capas con un toque de sofisticación. Para un estilo más elegante, opta por modelos en negro o blanco combinados con accesorios brillantes: pendientes con pedrería, un collar con pequeños diamantes o circonitas, y un clutch plateado o dorado te harán brillar a ti y a tu atuendo.

Los vestidos cortos combinan muy bien con tacones altos, mientras que los caftanes largos lucen especialmente encantadores con calzado plano. Puedes optar por sandalias tipo flip-flop, sandalias romanas con estilo étnico o sandalias cruzadas. Consejo de tendencia: las sandalias con suela gruesa están muy de moda. Su aspecto algo rústico crea un contraste sorprendente con la feminidad del caftán.

Ligeros, aireados y frescos: así deben ser los vestidos caftanes. Los tejidos con los que se confeccionan tienen características especiales: son transpirables, refrescan de forma natural y acarician tu silueta. Así te sentirás cómoda incluso en los días más calurosos. Se prefieren sobre todo fibras naturales, como el algodón, el lino y la seda.

El algodón destaca por su versatilidad: uno de los favoritos es el punto jersey, una fibra tejida muy suave, que absorbe la humedad y la expulsa. El algodón tejido es más firme y puede utilizarse también en versiones ligeramente transparentes. El lino se distingue por su textura gruesa, que le da al caftán un aspecto natural. Este material refresca la piel, lo que lo hace ideal para looks de verano. Lo mismo sucede con la seda: esta fibra natural es muy ligera y tiene un brillo sofisticado.

Como alternativa a las fibras naturales, también se utilizan fibras sintéticas, principalmente el poliéster, que ahora también está disponible en versiones recicladas, elaboradas a partir de botellas de plástico o redes de pesca. El poliéster es muy suave y puede tener acabados mate o brillantes. Además, se seca muy rápidamente, por lo que es ideal para un caftán de playa.

Un caftán puede convertirse en tu prenda favorita del verano, esa que quieres llevar una y otra vez. Para que se mantenga bonito durante mucho tiempo, es importante cuidarlo bien. Los modelos con adornos, bordados o apliques deben lavarse siempre en una bolsa de lavado para proteger los detalles.

Pon la lavadora en un programa de baja temperatura: 30 °C suele ser suficiente para la mayoría de tejidos. Consejo: los caftanes claros de algodón o lino pueden lavarse a veces a 60 °C, pero revisa siempre primero la etiqueta de cuidado. Allí verás la temperatura recomendada y las instrucciones de secado.

Lo ideal es secar al aire, no en secadora. Evita la luz solar directa, ya que los rayos UV pueden amarillear los colores claros y desteñir los oscuros. Con un poco de brisa, tu caftán se secará en un abrir y cerrar de ojos y estará listo para lucirlo al día siguiente.